Problemas de Salud

Intoxicación

Su hígado es menos efectivo para desintoxicar que el del humano o el del perro, lo cual limita la implementación de pesticidas y medicamentos en donde estén expuestos. Ejemplificando, el paracetamol es drásticamente tóxico para ellos, ya que carecen naturalmente de las enzimas elementales para digerir esta sustancia, ocasionando resultados fatales todavía en pequeñas porciones. Similarmente, los productos desinfectantes y limpiadores basados en fenol resultan muy tóxicos para los gatos​ y, en varias ocasiones, llegan a ser mortales ciertos alimentos para humanos son tóxicos para los gatos. Ejemplificando, el chocolate podría ser fatal gracias a la existencia de teobromina. Algunas plantas de jardín son tóxicas para los felinos. La poinsetia o flor de la noche de Navidad puede irritar su piel y ojos, y si el minino la ingiere puede experimentar diarrea, vómito, dolor abdominal y perjuicios en las mucosas. Generalmente debería vigilarse para que no coman cualquier planta de jardín o interior.

Bolas de cabello

Las bolas de cabello que se llaman técnicamente tricobezoar, consisten en la acumulación de cabello muerto mezclado con secreciones que están compuestos en el estómago del animal y provocan vómitos o regurgitaciones. Si no tienen la posibilidad de ser eliminadas por el vómito, se realizan cada vez más compactas y de más grande tamaño, ocasionando una obstrucción intestinal que requiere cirugía. La causa es la costumbre de los felinos de acicalarse el pelaje lamiéndolo para mantenerlo sana, por lo cual tienden a comer su propio cabello. Son más susceptibles a este trastorno los gatos domésticos y las razas de cabello extenso, más que nada en la era de muda. Como medida preventiva se sugiere cepillarlos muchas veces para remover el cabello muerto.

Sobrepeso y obesidad

La obesidad y el sobrepeso son comunes en los gatos caseros, debido al exceso de ingesta de alimentos y falta de actividad física. Se estima como 4,5 kilogramo el peso medio de un minino sin sobrepeso, aunque se debe considerar la magnitud y constitución de cada animal, hay diferencias considerables en funcionalidad de la raza. Se estima que un minino es gordo una vez que su peso supera en un 20 % el óptimo, estimándose en la actualidad que son obesos en torno al 25 % de los gatos domésticos. La obesidad en los gatos se incrementa el peligro de que presenten diabetes mellitus, lipidosis hepática y otras patologías, por lo cual reduce precisamente la esperanza de vida. En los casos de sobrepeso ligero, podría ser suficiente eludir los alimentos adicionales y regir la dosis idónea de comida, no obstante una vez que existe obesidad marcada se debería ir al veterinario, puesto que en los gatos es malo una disminución instantánea de peso o el cambio brusco de la dieta alimenticia, se debe considerar que los gatos son carnívoros rigurosos y requieren carne en su dieta y un aporte de proteínas destacable respecto a su peso, por esto las dietas hipocalóricas tienen que conservar un equilibrio definido, con una alta cantidad de proteínas y bajo en grasas e hidratos de carbono.

Trastornos gastrointestinales

En la más grande parte de los casos, se da un exceso de prioridad a los medicamentos para el procedimiento de los trastornos del artefacto digestivo en los gatos. Sin embargo, los superiores resultados se consiguen por medio de ajustes en la ingesta de alimentos, bien como procedimiento único o bien en mezcla con los fármacos adecuados. Ejemplificando, la ingesta de alimentos indicada en casos de diarrea crónica es una dieta sin gluten, sin lactosa y baja en grasas.

Cáncer

El cáncer es una causa recurrente de muerte en los gatos adultos, más que nada en los de edad avanzada. Los tumores maliciosos más usuales son las leucemias y linfomas, los cánceres de piel y el cáncer de mama. Las gatas que fueron castradas adolescentes poseen una posibilidad bastante baja de desarrollar cáncer mamario si se las compara con los animales intactos. Los gatos de color blanco poseen mayor predisposición a exponer cáncer de piel por lo cual se sugiere a sus patrones que los salvaguarden contra luz del sol. La alta incidencia de linfomas en el minino está en parte importante concedida por la infección por el virus de la leucemia felina y el virus de la inmunodeficiencia felina, que son virus oncogénicos. Las protestas de los linfomas resultan muy variadas, empero muchas veces se generan linfomas de estómago o intestino que ocasionan náuseas, vómitos y perdida de peso progresiva en el animal. El diagnóstico precoz del cáncer es primordial para poder hacer la curación, por lo que si se observa un abultamiento en la mama o una lesión en la dermis se debería asistir sin demora al veterinario.​ En estudios estrictos se demostró que la incidencia de cáncer de boca en gatos que viven en ambientes contaminados por humo de tabaco es más alta que la que muestran los animales que viven en domicilios donde no se fuma.

Toxoplasmosis

La toxoplasmosis es una patología parasitaria que puede perjudicar a la mayor parte de los mamíferos, empero los gatos domésticos y algunas especies de gatos silvestres son los únicos reservorios del parásito. El minino consigue la patología una vez que se alimenta de alguna presa infectada. El animal enfermo excreta los quistes en las heces y el hombre u otros gatos se infectan por el contacto oral con ellas, así sea por contacto con el sustrato contaminado con heces, como por aspirar el polvo del arenero o por los quistes que el minino portador puede mover en su cabello o el hocico tras acicalarse. Es una zoonosis peligrosa para la gente debido a que si una dama la consigue a lo largo de un embarazo puede provocar partes mal formadas en el feto y heridas en su tejido nervioso que comprometerán su desarrollo siguiente. De acuerdo con la OMS (OMS), la primordial causa de toxoplasmosis en damas embarazadas es la ingesta de carne cruda o poco cocida, seguida del consumo de vegetales sin lavar y el contacto con excrementos de gatos infectados. La probabilidad de que un minino que permanece en el interior del domicilio, alimentado con pienso o alimentos enlatados, adquiera la patología es casi nula.

Infección por el virus de la inmunodeficiencia felina

El virus de la inmunodeficiencia felina, abreviado VIF (o FIV, por su abreviatura en inglés), pertenece al conjunto de los retrovirus. Se transmite entre gatos por medio de mordiscos o por vía transplacentaria de la mamá a los cachorros. Perjudica con más frecuencia a gatos machos que poseen independiente ingreso al exterior. No es contagioso para el ser humano, sin embargo sí a otros felinos, como el león, el jaguar y el leopardo. Produce una deficiencia del sistema inmune, por lo cual guarda muchas similitudes con el sida en humanos. La patología sigue un curso crónico y evoluciona en diferentes fases; empieza por fiebre, inflamación de ganglios linfáticos (linfadenopatía) y, tras meses o años, causa pérdida de peso, anemia, disminución de leucocitos (leucopenia) e infecciones secundarias que están afectando al sistema respiratorio, el artefacto digestivo, la dermis y otros órganos. Además, los animales infectados son sensibles a exponer diversos tipos de cáncer, primordialmente linfomas. La supervivencia media tras el diagnóstico es de 24 meses.

Infección por el virus de la leucemia felina

El virus de la leucemia felina (VLFe; FeLV en inglés) forma parte de el núcleo familiar de los retrovirus. Infecta gatos, y no es transmisible a humanos. La infección entre gatos se genera por lamidos, mordiscos, compartir bandejas para excrementos, compartir recipientes con agua o comida. El virus se inactiva velozmente fuera del animal, en la baba, en 1 o 2 horas; en la sangre, en 48 horas, y es sensible al calor y los desinfectantes. No se transmite por consiguiente por medio de trasportines ni en las aulas de espera de consultorios veterinarios, constantemente que no exista contacto directo con otro minino o con su sangre. Los signos y indicios de infección por el virus de la leucemia felina son diversos, e integran pérdida de antojo, pelaje pobre, infecciones de la dermis, la vejiga y el tracto respiratorio, patologías bucodentales, convulsiones, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), heridas en la dermis, fiebre, pérdida de peso y otros varios. Además, el 20 % de los gatos dañados acaban por desarrollar cáncer en un plazo de tiempo variable, primordialmente leucemia y linfoma. El peligro de desarrollar un linfoma es 62 veces máximo en los animales infectados que en los sanos. No obstante, Ciertos gatos que muestran la infección no presentan ningún símbolo aparente de patología. Como medida preventiva, se ofrece la vacunación; en raras situaciones se crea sarcoma postvacunal, un tipo de cáncer del que se considera que surge un caso por cada entre 1000 y 10 000 gatos vacunados, por lo cual el beneficio de la vacuna supera evidentemente los probables efectos adversos, más que nada si hablamos de animales que salen de vivienda o acceden en contacto con otros felinos.

Rabia

Aunque el 90 % de la ira en humanos es causada por mordedura de perros, el minino y cualquier otro mamífero puede transmitirla de esta forma. Para evadir su propagación en esas regiones en que no está erradicada, es adecuado la vacunación del animal, en especial si este tiene independiente ingreso al exterior de la casa.

Parásitos

Los parásitos tienen la posibilidad de influir al minino, al igual que a todos los mamíferos. Se separan en 2 conjuntos: externos e internos. Entre los externos, los más comunes son pulgas, piojos, dermatofitosis, sarnas y garrapatas; entre los internos, más que nada los gusanos helmintos que están afectando al tubo digestivo, como el Toxocara cati. 

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